¡Joder que frío!

Ya sé. Se supone que debería estar acostumbrado. 41 años viviendo en esta ciudad de la meseta castellana debería haberme hecho si no inmune si un poco insensible a este frío. Pero no puedo con él. Si que es verdad que este año me pilla con el pie cambiado, con las defensas por los suelos y con un tratamiento médico bastante agresivo… Pero es que además de la sensación térmica está la sensación psicológica. Estoy frío por dentro.

Menos mal que el lunes comienzo un nuevo reto. Me reincorporo al trabajo y creo que eso será muy positivo para ese frío interior que me acojona. Lo de no trabajar no lo soporto.

En cuanto a lo que me rodea… pues mejor no mirar. Total, estoy harto de políticos absurdos e infantiles que discuten por bobadas sin sentido. Harto de curas metomentodo que solo buscan seguir chupando de la misma teta de la que han chupado siempre. Harto de opinadotes aburridos y que casi siempre tienen un cociente intelectual cercano al cero kelvin.

Lo dicho… a ver si se me pasa este frío y puedo volver a mirar a mi alrededor sin sentir escalifrios!